martes, 10 de noviembre de 2015

Lectura Crítica General

Lectura crítica
LA COLA (Fragmentos) Luis Tejada

En la cola reside indudablemente el equilibrio físico, y yo creo que también el sentido del equilibrio intelectual de los mamíferos. Me dicen que un pobre perro sin cola es incapaz de pasar un puente estrecho; esto, aun cuando no fuera cierto, es verosímil y lógico. La cola es para el animalillo como la palanca que el bailarín lleva en la cuerda y que le ayuda a distribuir las fuerzas y los pesos.

Ahora bien: un perro sin cola es, además, el pequeño ser melancólico y chiflado por excelencia; ambulante y lleno de leves caprichos, parece que un eje secreto se ha roto en él, que falta a su vida una dirección precisa y ordenada, que su existencia ya no tiene razón de ser porque ha perdido su fin ideal. No me extrañaría que ese perro se hiciera misántropo y hasta que empezara a elucubrar teorías metafísicas y a preguntarse qué puede haber más allá de la vida y cuál es el principio y el fin de las cosas. Claro: el infeliz ha perdido el sentido del equilibrio intelectual, se ha desorbitado, es casi un hombre.

¿Y el hombre? ¿La falta, o mejor dicho, la pérdida de la cola han influido en él espiritualmente? ¿Por qué entonces, afirmaba Pascal "que el hombre es el único ser imperfecto" y por qué solía decir el doctor Garavito, que el hombre "es un animal loco"?

Os ruego que meditéis en esas dos frases, buscándoles la sutil analogía que tienen; sí, el hombre es un animal loco e imperfecto; una ruptura primordial lo ha descentrado, lo ha dejado sonámbulo y errabundo dentro de la eternidad; lleno de apetitos inconmensurables, de extraños anhelos, de torturantes cavilaciones, el hombre tiende siempre a salirse de la órbita que le ha sido designada en la naturaleza. La sabiduría y la perfección de los otros animales, sobre todo de los que tienen cola, está en el sometimiento inconsciente y maravilloso a su destino; el caballo, por ejemplo, nunca desearía dejar de ser caballo; tranquilo y feliz, vive sujeto a su sino, y no trata de salirse de la escala que le corresponde en la naturaleza; es perfecto. El hombre, en cambio, trata de modificarse a sí mismo, lleno de ansias infinitas, complicando su existencia cada día un poco más; solo en él se encuentra el descontento metafísico, la inconformidad trascendental; solo él no es feliz. En relación a los otros animales, el hombre es como el cometa, ambulante y perdido, en relación a los astros que poseen su órbita fija y la recorren ecuánimes, sencillos, humildes, desde el principio hasta el fin de los tiempos.

Tomado de: http://hem.bredband.net/rivvid/tejada/lacola.htm



1. Según el texto, en términos generales, la cola
A. es el equilibrio del perro que intenta pasar por un puente estrecho.
B. es lo que lleva al hombre a tratar de modificarse a sí mismo.
C. es el origen de la sabiduría y la perfección de los animales.
D. es donde reside el equilibrio físico e intelectual de los mamíferos.

2. El título “La cola” es
A. el punto de partida de la argumentación.
B. el tema central del texto.
C. la principal conclusión del planteamiento.
D. la síntesis de la reflexión.

3. En el texto se emplean expresiones de uso cotidiano para
A. sustentar científicamente la razón de ser de la cola, como un elemento necesario en la estructura física de los mamíferos y los desequilibrios a causa de su ausencia.
B. provocar un efecto humorístico a partir de un razonamiento serio sobre la presencia o ausencia de la cola en los mamíferos incluyendo entre éstos al hombre.
C. informar sobre las ventajas y desventajas que puede significar para cualquier mamífero el hecho de estar dotado de cola o carecer de ella.
D. apostar desde la filosofía a la comprensión del hombre como “único ser imperfecto” según Pascal o “animal loco”, según el doctor Garavito.

4. La reflexión que hace L. Tejada sobre la cola se orienta a
A. apoyar la idea de que el hombre es un ser superior, por su búsqueda de un equilibrio trascendente.
B. destacar que lo más importante en los mamíferos, incluido el hombre, es superar el desequilibrio físico.
C. proponer que en el hombre el equilibrio intelectual es un fin de primer orden difícil de alcanzar.
D. presentar el desequilibrio como la propiedad del hombre que lo vuelve un ser en construcción.

5. Según el autor, asumir la condición humana implica
A. aceptar el destino como algo inevitable.
B. reconocer que su búsqueda no tiene fin.
C. evitar situaciones que compliquen la existencia.
D. dar rienda suelta a los impulsos naturales.



LA EXISTENCIA HUMANA COMO LLAMADA Y TAREA

Todas las antropologías modernas están convencidas de que el hombre aún no es un ser ya terminado. A nivel personal e histórico todavía está por realizar en un sentido amplio. Todo ser humano tiene primero que ser hombre, crecer luego en humanidad y aproximarse cada vez más a las posibilidades de un modo prefiguradas en sí mismo.
Según el relato antiguo, recogido por Simone de Beauvoir, el filósofo Cineas preguntó a Pirro:
Cuando hayas conquistado Grecia, ¿qué vas a hacer? - ¡Conquistaré África! - ¿Y luego? - ¡conquistaré Asia! - ¿Y luego? – ¡Conquistaré la India! - ¿Y luego?, siguió preguntando Eneas. – Luego descanzaré de mis esfuerzos. - ¿Y por qué, repuso Eneas, no empiezas ya a descansar ahora?

Se toca aquí el misterio del hombre, la imposibilidad de que descanse. Hay en él un ardor secreto que lo impulsa hacia otra cosa, hacia lo nuevo. Ser hombre es no estarse quieto, no descansar, tener algo que hacer, estar en busca de… Por eso, se vive la existencia humana como quehacer, como posibilidad de realizarse, como vocación que cumplir, como llamada a responder. Es un don y una tarea.

Las cosas naturales, a diferencia del hombre, están simplemente ahí, fijadas en los esquemas del instinto y del determinismo. Parece como si realizaran espontánea y automáticamente su existencia. No tienen perspectivas, ni proyectos, ni esperanzas.

El hombre, sin embargo, sólo vive humanamente a través de proyectos, perspectivas y esperanzas. Por eso hay una pregunta clave: ¿qué hay que hacer para realizar la propia existencia?

Tomado de: GEVAERT, Joseph, El problema del hombre, Ediciones Sígueme, Salamanca, 200313.

1. Compare ambos textos, mediante un cuadro de similitudes y diferencias. De la relación hombre y el animal.
2. Analice y escriba las tesis centrales de los textos y la intención de los autores en cada texto.
3. Justifique tu respuesta en las cinco preguntas.

4. Analice el cómo empiezan los textos, como desarrollan la idea y el cómo la terminan. Construya un mapa mental por cada texto que describa la estructura de los mismos textos (inicio, desarrollo y final).


CURSO PREICFES (GRATIS Y VIRTUAL) RECOMENDADO:

VER EN: http://misblogdepreicfesincluyentelc.blogspot.com/2015/11/blogs-de-preicfes-incluyente-en-lectura.HTML


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario